En este post vamos a contar la experiencia en el taller de Primeros pasos en robótica con el PrintBot Evolution, que realizamos en las oficinas de BQ donde jóvenes de entre 8 y 12 años tuvieron su primer contacto con la robótica y la programación.
De qué se trata.
El objetivo de este taller es demostrar a los más jóvenes que cosas como la robótica y la programación, que pueden sonar tan complicadas, en realidad no solo no son tan difíciles, sino que sobre todo, es divertido, y que con un poco de práctica, cualquiera puede llegar a realizar sus propias creaciones.
En este taller explicaremos de qué está hecho un robot y cómo funciona. Utilizaremos el PrintBot Evolution, analizando sus componentes, para entender su función antes de montarlo. Posteriormente, para que pueda funcionar, deberá ser programado, por lo que también aprenderemos cómo programar su placa controladora, con el objetivo de que al final, seamos nosotros mismos quienes decidamos qué es lo que queremos que haga nuestro robot.
Nuestra experiencia.
Al comenzar el taller, antes de empezar el montaje de nuestro PrintBot, aprendimos los conceptos básicos acerca de la robótica, distinguiendo entre sensores y actuadores, entendiendo cómo funciona la placa controladora, y cómo se programan los robots.
Una vez habíamos visto y comprendido cómo funcionaban todos los componentes que íbamos a utilizar, nos pusimos manos a la obra, montando paso a paso el PrintBot Evolution y conectando todos los componentes necesarios para su funcionamiento.
Con nuestro robot ya totalmente montado, llegó la hora de hacer nuestras primeras programaciones. Aprendimos cómo utilizar Bitbloq para hacer nosotros mismos el programa que luego cargaríamos al PrintBot.
Tras algunas pruebas sencillas, intentamos algo más complicado. Utilizando los sensores infrarrojos, mediante los cuales podemos distinguir entre el blanco y el negro, pensamos entre todos cómo podíamos programar al Evolution para que siguiese de una línea negra dibujada en el suelo, programando de esta forma nuestro primer Siguelíneas.
Este fue el momento de mayor entusiasmo, al ver que algo que al principio no eran más que un montón de piezas repartidas por la mesa, se habían convertido en un pequeño robot que seguía las órdenes que ellos mismos le habían programado, queriendo todos ir más allá, pensando en qué podrían llegar a hacer programándolo de diferentes maneras.
Al finalizar el taller habíamos cumplido los objetivos del taller, ya que no solo todos habían conseguido por sí mismos que el robot funcionase correctamente, si no que entendían para qué servía cada componente y cómo programar el robot por sí mismos. Prueba de ello fue lo sorprendidos que se quedaron sus padres al ver todo lo que habían conseguido en tan solo una mañana, donde dio tiempo tanto a divertirse, como a aprender cómo funciona el mundo de la robótica.
Dale al play y mira un completo resumen de la jornada montando y programando el Evolution.